miércoles, 1 de septiembre de 2010

¿Y qué haremos hoy Cerebro?

Muy estimados señores camioneros,

Me permito dirigirme a ustedes de la manera más atenta para platicarles una pequeña y divertida anécdota:

El otro día decidí darme un break y gastar los pocos centavos que tengo ahorrados en alguno de los restaurantes piteros que están enfrente de mi Universidad (que cabe mencionar, son un millón de veces mejores que los que hay dentro del campus).

Me disponía a cruzar la calle por el paso peatonal cuando usted o alguno de sus colegas se dignó tocar el claxon impetuosamente. Les pido describir lo que sentí en ese momento:

Un sonido en extremo fuerte se "coló" (es sarcasmo) por mis lindos oidos dejando un estruendo que retumbó en el último de mis timbales, haciendo eco por varios minutos después del incidente. Esto envió una señal a mi cerebro, el cual a su vez envió una al sistema nervioso para que reaccionara haciéndome saltar ridículamente enfrente de todos los coches que estaban frenando dejando pasar a otros peatones como una servidora.

Acto seguido, mi corazón comenzó a latir al ritmo de una brutal taquicardia, mientras recuperaba el aire y el sentido de la vista (y el enfoque) para poder procesar lo que había pasado en esos segundos ue parecieron minutos.

Después me puse roja, muy, toda la cara y en especial las orejas. Seguí caminado y logré llegar al otro extremo de la calle.

¿Sabe usted, señor camionero, en qué situaciones se me ponen las orejas rojas rojas? ¿No? Lo supuse. Déjeme explicarle: Las orejas se me ponen rojas como asa de tetera iónica cuando me EMPUTO. Así es, escuchó bien, cuando me emputo.

Pero no quiero aburrirlo con cosas del estilo, primero he de terminar la historia. Una vez que logré cruzar, llegué a uno de los restaurantes piteros en donde, en efecto, gasté mis pocos centavos (que quede claro que pudieron haber sido para cerveza), comi del nabo y pedí un "chupe" para poder digerir el acontecimiento.

Mientras tomaba mi deliciosa copa y analizaba el hecho, me di cuenta que usted (o alguno de sus colegas) tocó el claxon, no porque atravesé la calle como perro perdido, no, porque me esperé a que la luz del muñequito que simula caminar estuviera en verde, crucé por el paso peatonal ENORME y ANCHO pintado de amarillo chingalapupila y caminé fijándom en todas direcciones.

No, usted tocó porque seguramente leyó el "manual invisible y no existente, pero aún practicable del camionero" en el que cada vez que ven a una mujer "bien" (no sé cuál sea sus criterio y/o gusto) su cerebro no puede pensar en otra cosa más que en dirigir su gorda y engrasada mano hacia el gigantesco claxon que tiene delante suyo.

Si le soy sincera, no entiendo por qué lo hacen... Ese día llevaba leggins floreados (algo que la gente no aprecia porque yo estoy semasiado adelantada a su costumbres y formas de pensar), shorts, flats, una blusa normal y una sudadera, pero como vio "shorts" su cerebro de homo habilis envió la señal y su mano no pudo hacer otra cosa más que obedecer. Pero lo mismo pasa cuando ven "escotes" (aunque enseñen tetas con celulitis y estrías), "carnes" (aunque sean de cerdo), piernas (aunque estén llenas de púas), and so on...

Traté de comprender lo que pasaba por sus mentes, el fondo, el inconsciente colectivo, y muy a mi pesar, no lo pude descifrar.

Así que solamente les quiero pedir un favor: VAYAN A CHINGAR A SU MADRE. Y la próxima vez que quieran hacer algo así, piensen que existimos mujeres cundidas de ira que podemos ser en demasía vengativas y que estamos planeando algo muuuuy cabrón, un plan marestro, para acabar con ustedes y desaparecerlos de la faz de la tierra.

¿Capito?

7 comentarios:

  1. Vaya Cova, no sé qué decirte, yo también te hubiera tocado el claxon, ja.

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  2. Podrías vengarte haciéndole sentir lo mismo. Si funciona con albañiles, funciona con camioneros... yo sé lo que te digo, lo he visto.

    Lo malo es que primero tienes que localizarlo, y luego tendrías que pedirle a las chicas más feas que conozcas/encuentresporlacalle que le chiflen, le digan piropos y lo vean con cara de degeneradas.

    Obvio si lo haces tu misma, el resultado va a ser contraproducente.

    Me gustó tu blog, estaría chido que escribieras más seguido.

    Saludos!

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  3. jajaj Dex! pero estoy segura que tu claxon (sin albur) seria algo más sutil :)

    Hola Mamba!Qué emoción tener caras nuevas por estos rumbos :) Ya lei un poco de tu blogh, me gusta me gusta!
    El problema aquí es que los malditos camioneros sienten que tienen todo el poder porque están trepados en su armatroste ese espantoso y aceleran o te echan el monstruo y se van. En cabio los albañiles están estáticos en sus construcción y son más atacables... tendremos que pensar en algo más para el plan maestro ;)
    Prometo escribir más seguido

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  4. La próxima contéstales "¡Gracias, público conocedor!"

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  5. Don't be so sure, I'm a sucker for pretty ladies.

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  6. Muchas gracias por pasarte por mi blog =].

    Yo más bien creo que es nadamás porque sienten que pueden salir huyendo de la situación, cómo cuando de niños tocan el timbre de una casa y se echan a correr. Ah, y al igual que los chavitos que hacen eso, creen que es bien divertido y que eso lo hace ser bien chidos.

    Lo que pasa con los albañiles, es que algunos al alejarse de su grupo para ir a comprar unas Coca Colas, tortillas y chicharrón para hacerse unos tacos, quedan totalmente vulnerables a los piropos, y hasta rojos se ponen.

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