jueves, 28 de octubre de 2010

La ahijada de mi madre

Como un preámbulo a este corto post, debo decirles que mi madre es la viva imagen Emilia en Escuela de Vagabundos. Para los que no han tenido el placer de ver esta película, les platico rápidamente que trata de una familia bastante peculiar, en donde Emilia, la madre y encargada de la casa, de dedica a adoptar vagabundos, dándoles alojo en su casa.

Quiero aclarar que mi madre no deja entrar a vagabundos tal cual, pero sí es fans mal pedo de apadrinar a tooodas las hijas e hijos de las personas que nos ayudan en la casa.

Una de sus tantas ahijadas es Adelina, la hija de Reina, la muchacha. Adelina y reina viven en la casa y si quieren saber, yo amo a Reina, ha sido como mi nana. Y como queremos tanto a Reina, mi madre ama a su hija en reciprocidad.

El punto es que Adelina, como buena niña, siempre tiene curiosidad de todo, lo quiere tener todo y se lo ocurren todo tipo de cosas. Siempre está pegada a la falda de su madre preguntando X cantidad de cosas.

A veces la escucho decir: "¿mamá, por qué el pasto no se como y otras plantas sí?" o "¿por qué no puedo jugar con las frutas que no se comen que hay en la mesa grande?". Y así como pregunta, pide: "Mamá, quiero esa muñeca", "quiero ese vestido, como el de María (mi hermana)", "quiero, quiero, quiero", a lo que la buena reinita siempre le contesta: "Pues pídeselo a tu madrina mijita". Y su madrina SIEMPRE le da todo lo que la ahijada pide, porque la madrina es como Doña Emilia. Y si hay algo que no se consigue aquí, mi madre ahí ve cómo le hace para dárselo.

En fin, hoy en la mañana estaba desayunando y escuhé a Adelina decir: "mamá, quiero un elefante de adeveras como el del anuncio". Y me dije a mi misma: "¡Ah cabrón!, a ver cómo le hace Doña Emilia con esta".

Les mantendré informados.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Septiembre...

Pasó septiembre y con él uno de los meses más divertidos de este año. Bicentenario, puente, fiestas, escuela y mi cumpleaños... mi cumpleaños en especial.

Estos 23 fueron diferentes, esta vez no hubo fiesta, ni peda monumental, ni crudaespectacular. No. Esta vez mi maestra nos entregó un calendario de "visitas de campo" y justo el día de mi cumpleaños estaba agendada una. Al principio no me pareció tanto la idea, dije "mta, seguramente vamos a ir OTRA vez al templo Mayor" y no es que no me guste, simplemente que he ido millones de veces y pues no tenía onda ir en mi cumpleaños. Después me di cuenta que la visita duraba 4 días, y ahí si me emocioné.

Finalmente nos dijeron que íbamos a Chichenitzá. La maestra consiguió un súper precio en charters y la escuela nos "financió" gran parte del hotel. La idea no pintaba tan mal, y fue aún mejor.

Llegó el gran día, nos subimos al avión, hicimos un par de horas con muchos pares de turbulencia (la odio por cierto) y finalmente aterrizamos un uno de los climas más húmedos que he conocido.

El primer día nos llevaron a Chichen, no tengo palabras para explicar lo majestuoso que es, así que les comparto una foto. Eso sí, hacía un calor del infierno y yo no dejaba de sudar, y no, no era del sudor "sexy" de ese que los hombres dicen que no tiene comparación, era el sudor más antisexy del mundo, pero me vale, porque iba con amigos y profesores y gente que me ha visto en mis peores fachas.

El día no acabó ahí, como era mi cumpleaños, los maestros dijeron que me habían preparado una sorpresa (cosa que no creo, obvio no fue por mi cumpleaños, pero se escuchó chido): habían contratado a una arqueóloga top de tops que nos llevó a una parte de Chichen cerrado al público general, ¡¡en donde apenas están haciendo excavaciones!! yo no lo podía creer. Su condición fue que nos llevaría a esta zona siempre y cuando no subiéramos las fotos a Facebook o a Hi5, pero nunca dijo a su blog, so... what happens in Chichen, can be seen at my blog!


PARÉNTESIS: Chingada madre no sé bien cómo subir las fotos o quitar una que subí xq y ano me gustó! Ustedes disculparán el diseño de este post.


Sigamos. El siguiente día nos dieron un recorrido por Mérida y sus rincones históricos, con lo que no los voy a aburrir, pues sé que solamente a historiadores ñoños como yo nos gustan ese tipo de detalles. En la noche fuimos a un barecito a festejarme, y me dieron mi pastelito y todo!! Bueno, era más bien como una especie de pingüino con una velita, pero lo amé, porque la vida está hecha de detalles como ese y son los que me hacen sentir feliz y querida.

Al día siguiente nos llevaron a Uxmal (nada tá espléndido como Chichen, sinceramente) y de ahí a un ojo de agua precioso, en un exconvento a unos kilómetros de Uxmal. Ahí nadamos y comimos la típica cochinita pibil, tortillas hechas a mano, platillos con plátano macho y elote y las cosas más ricas que se puedan imaginar.

El siguiente día salió el avión rumbo al DF y todo volvió a la realidad. Llegando a mi casa mis hermanos me esperaban con regalos, detalles que hicieron que fuera una de las mejores semanas del 2010. No podría estar más agradecida con la vida por dejarme vivir, ver y sentir cosas tan extraordnarias.


Espero que ustedes hayan tenido un bonito mes también, y de no ser así, verán que los vientos siempre soplan para cosas mejores.